La vida es como una casa de naipes.

Algunas veces nuestras vidas pueden volverse del revés debido a personas que no nos entienden o tienen un mal día. Lo peor es cuando la familia corta alas y cuando nuestros sueños son inaceptables para ellos. Sin embargo, cuando duele, no podemos olvidarnos de nuestros sueños. Tienes la fuerza suficiente para luchar y ser tú mismo. Después de todo, esta es nuestra vida y nosotros somos los que seguimos su propio camino y cometemos sus propios errores, aprendemos de ello. Necesitamos que nuestros seres queridos estén allí. Y para las personas que se burlan de nosotros, debemos acostumbrarnos a ellos y no prestarles atención, porque siempre será así, no importa lo que hagamos.
Recuerda, no te rindas. Haz tus sueños realidad.